martes, 8 de enero de 2008

Roxeta, animal docil e inteligente.


Han sido dos jornadas, de buen tiempo durante el día. Ayer y anteayer, han permitido que ellas campeen todo lo que quieran. Los ruedos de abajo (al sur), tienen una hierba no muy alta, pero si tupida y tierna, es el lugar ideal, para que ellas estén relajadas y recorriendo a su gusto los tramos con mejor comida.
Roxeta, sube y baja como una locomotora, pero lo que si hace con total elegancia, es galopar en paralelo. Así es como muestra su potencia y estilo de raza árabe. Orejas alzadas y al frente, cuello estirado, crines al viento, grupa relajada y rabo horizontal, (a veces subiendo), huecos de la nariz abiertos como túneles, respiración relajada pero potente. Y esa mirada que me vuelve loco, esos ojos abiertos y brillantes, que no hablan pero dicen muchísimo. Nobleza Roxeta, mucha nobleza que te han dejado tus padres. Así me gusta, que vengas cuando yo te llame, vas por muy buen camino, te lo puedo asegurar.

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