domingo, 20 de enero de 2008

Al este, amaneciendo.

Esta mañana, nos levantamos bastante temprano, al abrir la persiana, vi que amanecía y que la luz de la esquina de los médicos seguía encendida, no pude resistirme e hice la fotografía.
Hay veces, que uno no puede resistirse e intenta hacer perdurar una imagen bella. Quizás sea una forma de almacenar recuerdos de los que alimentan el espíritu. Ahí queda, como puede quedar una gota de rocío en el comienzo de la mañana. Ahora quedará como una cicatriz, perdurará para siempre.

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