jueves, 24 de enero de 2008

De la Indian a la Kawasaki drifter.


Desde muy pequeño, fue por los años 60 mas o menos, vi una revista cubana que le regalaron a mi padre en un barco, (que venia de allí con azúcar). La vi y me enamoré. Que moto Dios mio, que belleza, que linea, que color, que niquelados... me gustaba todo de ella, la Indian americana, fabricada en Estados Unidos, concretamente en Springfield, Massachusetts. Cuna de los famosos revólveres Smith & Wesson.
Bien, pues cada vez que jugábamos a marcas de motos siempre la "llevaba en la manga" como un as, que me permitía seguir en el juego y no "apoquinar". No es una belleza la Indian Scout de 1920 ?.
Hasta que un día las circunstancias y la buena suerte me puso delante de una de ellas, tecnológicamente mas avanzada y estéticamente la misma. Una Kawa Drifter 1200. El anterior dueño solo le había hecho 14 kilómetros. Concretamente desde la tienda, hasta la gasolinera para repostarla y vuelta. Si no hubiera sido tan pesada, (mas de 300 kilos), seguramente no estaría en mis manos, pero aquel señor, se baja de la moto, intenta echar el pie de cabra, y se le volcó al suelo. Intentó levantarla y ... no pudo hacerlo. La llevó a la tienda de Harley Davidson, para entregarla de entrada y llevarse una nueva, no tan pesada.
Allí la encontré esperándome para venirse conmigo. Ya tiene entre sus ruedas mas de 23.000 kilómetros, va como la seda. Hemos hecho un pacto, yo no la fuerzo, ella no me tira al suelo. Hasta hoy, los dos lo cumplimos, y si no pasa nada extraño y externo a nosotros, lo seguiremos cumpliendo.

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